Ruta de poca distancia pero con un final que se endurece a la vez que nos ofrece una de las mejores vistas posibles desde el Santuario de Cura, donde en ocasiones es visible la isla de Cabrera.
Disfrutaremos de rodar entre espectaculares payesías típicas de Mallorca así como por caminos poco transitados lo que nos permitirá prestar atención del paisaje y aprovechar nuestro tiempo de desconexión practicando nuestro deporte favorito.
Ruta de poca distancia pero con un final que se endurece a la vez que nos ofrece una de las mejores vistas posibles desde el Santuario de Cura, donde en ocasiones es visible la isla de Cabrera.
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